Entradas

Mostrando entradas de abril, 2017

Modas

Vivimos contando calorías. Nos cambiamos de ropa entre 2 y 3 veces antes de salir. Queremos ser rubias. Necesitamos los zapatos de esa marca. Criticamos lo que se puso la otra, esa que por fuera intenta decir "no me importa tu moda", pero que por dentro le importa tanto como a nosotras. Sabemos que ropa tenemos que usar, cuando la tenemos que usar y ojo: no te vayas a confundir el momento para un look casual o para uno más producido porque ahí moriste. Algunas pasamos por todos los nutricionistas habidos y por haber, hacemos todas las dietas que se te puedan ocurrir. Otras, eligen no comer o ir muriendo de a poco en el inodoro de un baño, lo cual es lamentable. Nos tenemos que fumar frases como "no hay talle", "es solo talle único". Otras luchan con la frustración de no poder haber conseguido esa prenda que es la última moda. Pero, al final del día, sucede algo curioso: ninguna logra ser como la moda dicta. Ahí, acostada en la cama, te das cuenta que otra

Respetame

Todavía tengo la esperanza de que dejen de desaparecer pibas. Todavía tengo la esperanza de que dejen de matarnos. Te lo juro. Todavía tengo la esperanza de que algún día podamos caminar tranquilas por la calle. Nosotras, o nuestras hijas, o nuestras nietas, o nuestras bisnietas, o quién sabe qué generación, pero que podamos de una vez por todas sentirnos seguras. Todavía tengo la esperanza de no tener que mandarle un mensaje a nadie para que sepa que llegué bien. Tengo la esperanza de que cuando una mujer denuncie un hecho de abuso se proteja a la víctima y no al agresor. Todavía tengo la esperanza de que nadie se pregunte como andaba vestida, que estaba haciendo en ese lugar a esa hora, si tenía novio o no y que se pregunten por qué mierda nos están matando, por qué mierda se creen que son dueños de nosotras. Todavía tengo la esperanza de que entiendan que no le pertenecemos a nadie. Tengo la esperanza de poder vestirme como se me cante el orto y que vos, machito, no sientas el derec

Magia

Escucho a mis amigas hablar de que todavía no pueden olvidar el perfume. Mi mejor amigo dice que todavía recuerda lo suave que ella tenía el pelo. Muchos de ustedes se acuerdan de la manera en como esas personas los hacían sentir. Otros, simplemente, extrañan en lo que se convertían cuando estaban juntos. Algunos todavía escuchan la canción preferida de ese alguien. A todos, siempre nos cuesta librarnos de alguien. De todos, siempre nos queda algo. A mi, sinceramente, no me había quedado su perfume. No tenía suave el pelo, es más: lo cargaba porque lo tenía siempre como el orto. Tal vez, a veces, extrañaba como me hacía sentir, pero no es algo que me quitara directamente el sueño. Tampoco eso de cambiar, imposible, siempre fui auténtica. ¿La música que escuchaba? Era espantosa, se los juro. De esas cosas, con el alma, no extrañaba nada. Ni necesitaba nada. Ni me había quedado grabado nada. Excepto algo que si jamás hubiera hecho yo no estaría escribiendo esto. Algo que me marcó para s