Tiempo al tiempo
"El tiempo es el encargado de curar las heridas", dicen. Pobre el tiempo. Lo ponemos en esa situación, en ese compromiso. Le damos un poder sanador, un poder casi mágico. De alguna manera le decimos: o me salvas vos o no me salva nadie. Así, nos sentamos cómodos, nos quedamos ahí, esperando, dándole tiempo al tiempo para volver a construirnos. Pero los días pasan. Pero las semanas pasan. Pero los meses pasan. Hasta a veces, pasan hasta los años. Y con mucho terror vemos que las heridas siguen ahí. Siguen latiendo. Siguen doliendo como el primer día. Nos rompemos la cabeza intentando saber por qué el tiempo no fue capaz de curarlas. Es simple: el tiempo no cura las heridas. El tiempo lo único que hace es pasar. Y mientras esperamos que nos sane, también se nos pasa la vida. Por eso, es necesario que entendamos que no es posible delegar tanto dolor. Tus propias heridas te las curás vos. ¿Por qué? Porque nadie más que vos sabe cuánto perdiste por una frase hecha que lo único qu