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Mostrando entradas de julio, 2016

Un lugar

No todos tienen la suerte de tener un lugar donde encuentren su paz. Hablo de un lugar libre de preocupaciones donde sabes qué podes ir siempre que lo necesites. Un lugar que te permite ser vos. Un lugar que te permite ser feliz. Un lugar que te permite encontrar la paz, la tranquilidad, y hasta a veces la soledad (y te hace entender que la soledad no es tan mala como te la venden). Un lugar dentro de un millón de lugares que podrías haber elegido. Un lugar. Y cuando hablo de un lugar no estoy hablando específicamente de lo que se entiende como lugar. Ese gran lugar pueden ser los brazos de mamá. Ese gran lugar puede ser un recuerdo. Ese gran lugar puede ser lo que se nombra: un lugar. Ese gran lugar puede ser una persona. Ese gran lugar puede ser un momento. Ese gran lugar tiene la obligación de ser tu paz, tu caos y, nuevamente, tu tranquilidad. Este lugar, en este momento, con estas personas. Miles de veces.

Contracorriente

Antes de empezar, quiero decirles que hoy voy a hablar de mi y que frente a eso tienen dos opciones: 1) cerrar todo ahora y no leerme porque no les interesa (es totalmente válido) 2) dejarlo y leer un poquito más porque tal vez les da curiosidad o quieren ver si sienten lo mismo (no pierdan su tiempo) Hoy hice algo que hace mucho no hacía. Por un momento fue raro, tal vez un poco confuso, pero al final me dio tanta paz que me es inexplicable definir la sensación y me fue imposible no querer expresarlo en un par de estos tantos renglones. Llegué a mi casa después de un largo día, saludé a mi familia y después de conversar un rato con ellos, me dispuse a subir a mi habitación. Entré y estaba todo como lo había dejado: un poco de ropa sobre la cama, una que otra media en el suelo, una zapatilla en un rincón y otra en quién sabe donde. Todo estaba igual. Todo, menos yo. Al entrar seguía siendo la misma que había salido por la tarde, o por lo menos eso pensaba, hasta que me encontré

Relaciones

Me duele en serio que las relaciones entre las personas no valgan nada. Pareciera que da lo mismo ser novio, novia, mejor amigo, mejor amiga, amigo, amiga, conocido o desconocido. Pareciera que no importa lo que la otra persona hace por vos, todo lo que deja de hacer por vos, todos los momentos que estuvo. Ahora cada quién cuida lo que es suyo y hace lo que quiere, y si no cuidas lo que es tuyo o no haces lo que queres jodete. Porque es así: el que siempre está es un boludo, total siempre lo terminan cagando. Y sin dudas, eso es lo más triste. Hay personas que tienen en su naturaleza poner al otro primero en todo momento, en todo lugar, para cualquier situación; y esas personas generalmente son las que terminan perdiendo. Son las que terminan sufriendo. Son las que terminan echándose la culpa. Se sienten vacíos y decepcionados de ellos mismos. Piensan que es su responsabilidad el siempre elegir mal y querer dar todo y estar para personas que no valen la pena. Pero hay algo peor que t