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Mostrando entradas de febrero, 2017

Mi manera de pedir perdón

¿Dónde estás? ¿Cómo estás? ¿Con quién estás? ¿Estarás mejor sin mi? ¿Cuánto te duele? ¿Te duele? ¿Me extrañas? ¿Me olvidaste? ¿Seguís sintiendo lo mismo? ¿Me amas con locura como siempre? ¿Me odias como nunca lo hiciste? Estas son preguntas que lamentablemente no te puedo hacer porque yo elegí sacarte de mi vida. Eso lo tengo claro: si hoy no estamos juntos, acá, abrazándonos y llenándonos de amor, es porque yo elegí esto. No estoy arrepentida. Pocas veces me arrepiento de las decisiones que tomo. Tal vez por eso las pienso tanto. Tal vez por eso doy vueltas sobre lo mismo durante mucho tiempo. No vivo con la filosofía del "que hubiera pasado si..". Cuando yo tomo una decisión, casi siempre, es definitiva. Y claramente esta no va a ser la excepción. Tranquilo campeón, vos no hiciste nada malo (porque hacer para verme bien hiciste y un montón). Pero yo no podía seguir con esto. Eras mucho para una persona como yo que no sabía lo que quería y que, aún hoy, no lo sabe. Aunque n

Amor propio

Todo comenzó sin darse cuenta. Era linda, les juro por Dios (si es que existe, como siempre digo) que era hermosa. Pero nunca tuvo la suerte de poder encontrárselo a él. Había escuchado de él las mejores y peores cosas y aún así nunca tuvo el placer de poder mirarlo cara a cara. Tal vez porque todos esos estereotipos que se le impusieron siempre la perturbaron. Y déjenme decirles que realmente no tenía por qué encontrarse en esa situación. Era una mujer hermosa por donde se la mire. No solo para mi que tengo la habilidad, sin presumir, de encontrar la belleza en todos; sino también era hermosa para el pelotudo que busca a una chica de revista. Simplemente era perfecta. Pero nunca lo había conocido a él. Y por más perfecta que fuera, si no lo tenía a él claramente no tenía nada. Ella intentó tenerlo pero nunca estuvo lo bastante convencida. Sus inseguridades siempre arruinaron todo. Cuando por fin pareciera que iban a encontrarse algo curioso sucedió: ella estaba muriendo. Y de la maner

Coincidir

Te busqué por toda mi alma y no te encontré. La recorrí de punta a punta como alguien que recorre la casa buscando sus llaves, ya que sin ellas no puede salir. Eso me pasó, eras mi llave para salir y lamentablemente no te encontré. Te busqué como soñador busca alcanzar sus sueños o como envidioso busca los errores ajenos para poder criticarlos. Te busqué. Te busqué como lo hace quién busca al amor de su vida o como quién busca escaparse de su vida en un bar. Te busqué. Y no te encontré. Creo que eso fue lo más doloroso: no encontrarte ahí donde te había permitido entrar. Te fuiste aún sabiendo que yo no le permito el acceso a mi alma a cualquiera. No te importó. Yo sé que el amor no es de ataduras ni de posesión ni de bla bla bla pero.. ¿En serio? ¿Saquear mi alma? ¿Irte así como si nada, sin ni siquiera avisar?. Ahora entiendo todo. Era mucho más fácil entrar sin pedir permiso e irse sin despedirse cuándo a uno se le dé la gana. Sin explicaciones, sin planteos, sin peros o reproches.

Horas de sueño

Acá estoy. Desvelada. Otra vez. En teoría, tendría que haberme ido a dormir a las 11, cuando termine de cenar y tenía sueño. Sí, a las 11. Sí, tenía sueño. Pero por alguna razón sigo acá. Desvelada, sin que se me ocurra ningún puto texto, ninguna puta reflexión, nada para escribir. Acá, desvelada, sintiendo que nos debo algo (a mi y a ustedes) porque hace 3 días exactos que no escribo. Pero.. ¿solo estoy desvelada por la frustración de la no creatividad? Hoy el desvelo se debe a que no logro juntar un par de oraciones con sentido y escribirlas. Ayer se debía a que estaba durmiendo con mis amigos. Anteayer se debía a que mire un capítulo de más (en realidad, nunca son de más) de Greys. Excusas. Detrás de todo este circo hay algo más. Yo lo sé. Vos lo sabes. El problema acá es que no lo queremos admitir. Y es que si lo admitimos decime con qué nos quedamos. ¿Qué tiene de divertido irse a dormir temprano? ¿Me van a mentir, justo a mi, y me van a decir que éstas horas de más no las usan pa

Las cosas que nunca te digo

Me estoy comportando como esas personas que detesto. Esas personas frías, calculadoras, manipuladoras. Te juro que en un estado normal yo no soy así. Lo que pasa es que vos me movés todo. Así que, en parte, que yo sea así con vos es tu culpa. Y mía, como siempre, también. Pensás que no te extraño, porque no te lo digo. Sin embargo, estoy todo el día pensando cuanto falta para que nos volvamos a ver. Pero no te lo digo. Pensás que no te necesito, porque no te lo digo. Sin embargo, la mayoría de las veces que me siento perdida al único que quiero es a vos al lado mío diciéndome que todo va a estar bien. Pero no te lo digo. Pensás que no me importás, porque no te lo digo. Sin embargo, me aterra pensar que en cualquier momento podes dejar de elegirme a mi. Pero no te lo digo. Pensás que no me pongo celosa, porque no te lo digo. Sin embargo, me pongo loca de solo pensar que alguien puede llegar a acercarse a vos. Pero no te lo digo. Pensás que no me importas, porque no te lo digo. Sin

Un año

Ya un año había pasado de aquel incidente en el que ni más ni menos dejaron de coincidir. Esa noche en la que el destino se encargó de hacerle, a mi criterio, el favor más grande de su vida. Llevaba 9 meses de una relación bastante tóxica. Pero todo terminaría aquella noche en la que la cambiaría por su mejor amiga. Así es: él prefirió a su mejor amiga antes que a ella. Pero no nos apresuremos, ya vamos a llegar a esa parte de la historia. Ella se maquilló para él, aún sabiendo que era mucho más linda sin maquillaje. Ella se plancho el pelo para él, aún sabiendo que sus rulos volvían locos a más de uno. Ella se puso ese short que le marcaba todo para él, aún sabiendo que esa pollera sueltita que se había comprado le hubiera quedado mucho mejor. En síntesis: ella se traicionó por culpa de él, aún sabiendo que nunca debía serle infiel a su amor propio. Ella y su mejor amiga partieron para la previa. Al llegar estaba él. Lo saludó con el beso más sincero del mundo. Él, en cambio, le dev

Instante y eternidad

Él siempre jugó a ser eterno. Aunque sabía, como todos, que no iba a durar más que una vida, siempre la vivió a su ritmo, con sus reglas y sus condiciones. Lo que lo hacía diferente a los demás era su paciencia, y también, su independencia emocional. No necesitaba a nadie más que a él para poder ser feliz. Por eso, repito, siempre jugó a ser eterno.  Ella siempre jugó a ser un instante. Sabía más que nadie que el tiempo lo era todo y a la vez nada. Vivía cada segundo como si fuera el último. No vivió dormida ningún día de su vida y en las noches cuando "dormía" en realidad estaba soñando el día siguiente. Lo que la hacia diferente a las demás era su impaciencia, y también, su independencia emocional. Por eso, repito, siempre jugó a ser un instante. Una noche calurosa de febrero el destino los hizo coincidir. Para qué.. Hubiera sido mejor que nunca lo hubieran hecho. Aunque, ellos sin darse cuenta tenían algo en común: no se necesitaban el uno al otro. Él con sus amigos,

Decisiones equivocadas

Nunca juzgues a alguien por las malas decisiones que toma en su vida. A veces, las personas se sienten vulnerables, solas, incapaces, frustradas. Y no hay nada peor que sentirse así. A veces, las personas no saben escapar de lo que tanto las atormenta y toman caminos equivocados. Eso no quiere decir que sean malas o que estén locas, solo que están un poco inestables emocionalmente y no quieren pedir ayuda. A veces, los fantasmas son tantos que no te dejan pensar y ahí te ves: haciendo lo que menos hubieras imaginado, haciendo lo que más te lastima. No somos perfectos, somos personas. Y las personas, lamento decirte, se equivocan. Se equivocan mucho. Se lastiman y lastiman también a los demás. Pero no son malas, solo están confundidas. Solo no saben que camino tomar. A veces, algunas personas tienen la suerte de tener a alguien o que aparezca alguien que los "salva", por decirlo de alguna manera. Ese alguien aparece y les muestra un camino de luz lleno de decisiones correctas

Aprender a pedir perdón

Mira ahí adentro. Sí, justo ahí. Donde te duele. ¿Viste como te conozco? Sé que mirarte ahí te hace mierda. Te molesta. Te hace sentir miserable.  Sé que tenés inseguridades. Las conozco. Algunas más que vos. Sé que muchas cosas de vos no te gustan. Podes enumerarlas, a mi no me importa, total me las sé de memoria. Sé que necesitas que alguien te diga lo mucho que te quiere todo el tiempo porque vos te querés muy poco. Lo sé. Y no está mal que lo sepa. Vos me lo mostraste una vez a mi. Alguna vez me lo confiaste y yo no juego con eso. Y como te conozco de pies a cabeza, y te conozco adentro tuyo también, sé que te cuesta pedir perdón. Sé que el orgullo te gana. Sé que sos capaz de perder a las personas que más te importan con tal de no perder el orgullo. Lo sé. Y también sé que no lo hacés apropósito. Pero esta vez no voy a ser yo la que te va a pedir perdón. Esta vez no voy a ser yo la que va a dar el primer paso. Esta vez no voy a ser yo la que acepte tus disculpas a medias. Esas que

Miles de veces

¿Cuántas veces prefirieron a otro antes que a vos? ¿Cuántas veces viste irse algo que creías que era tuyo? ¿Cuántas veces imaginaste más de lo que viste y la cabeza te jugó una mala pasada? ¿Cuántas veces sentiste que se llevaban a alguien que te pertenecía? ¿Cuantas veces hiciste elegir a los demás entre vos y alguien más? ¿Cuántas veces? Seguro que si te las pones a contar son miles. Y ahí esta el error. Miles de veces pensaste que preferían a alguien más antes que a vos y no fue así. Miles de veces viste que se fue algo que creías tuyo sin darte cuenta que lo único que era tuyo era la idea de que te pertenecía. Miles de veces imaginaste de más y no estaba pasando ni un cuarto de lo que estaba pasando en ese momento en tu cabeza. Miles de veces sentiste que se llevaban a alguien que te pertenecía cuando no era así: nadie le pertenece a nadie y nadie se lleva a nadie, cada uno elige irse por su cuenta. Miles de veces hiciste elegir entre vos y alguien más sabiendo muy bien que el cari

Cuestión de prejuicios

No está mal que un hombre disfrute de su soltería. No está mal que una mujer haga lo mismo. Él no es un gato. Ella no es una puta. Solo son personas libres. No está mal que un nene quiera una cocina o un vestido de princesas. No está mal que una nena quiera un autito o un pack de herramientas. No están confundidos sobre su sexualidad. Son chicos. Solamente quieren jugar. No está mal que una pareja heterosexual esté besándose en una plaza, como tampoco está mal que una pareja homosexual esté haciendo lo mismo. Son personas y solamente se están amando. No está mal la mujer que cría un hijo aunque no lo haya buscado. Y tampoco está mal la mujer que toma la decisión de abortar porque no se siente preparada para semejante responsabilidad. Aunque vos no lo veas, retrógrado, de las dos formas te estás haciendo cargo de la situación. No está mal que un hombre cocine y que una mujer no quiera hacerlo. No está mal que una mujer lo haga y un hombre no. No está mal que un hombre se dedique a