Lo difícil de olvidar
A veces, a uno lo único que lo mantiene vivo son los recuerdos. A veces, uno sigue insistiendo, sigue eligiendo quedarse en ese lugar, jugarse una fichita más, aún cuando ya hace mucho tiempo todo dejó de funcionar, sólo por eso. Dicen que lo último que se pierde es la esperanza. Hoy yo la perdí. La perdí y me sentí vacía. Entonces me quedé sin esperanza y con los recuerdos en la mano, porque aunque uno se intente convencer de que todo está bien, aunque uno intente ponerle diferentes nombres (como etapa, experiencia, etc) no es tan fácil despegarse de todo. No es tan fácil olvidar. No es tan fácil olvidar que uno se sintió querido, valorado y sobre todo seguro. No es tan fácil olvidar los abrazos reparadores, las risas que todo curaron y las lágrimas que fueron tan necesarias. No es tan fácil olvidar los momentos de felicidad que aún hoy aparecen en forma de una sonrisita inocente o los momentos de tristeza que te enseñaron, muchas veces, de qué carajo se trataba la vida. No es ta